Noticias para entender el mundo
Iniciativas sostenibles en la Conferencia Océano 2025
La Conferencia Océano 2025 impulsa iniciativas sostenibles.
Un evento marcado por la ambición y la preocupación
La **Conferencia Océano 2025**, celebrada entre el 28 y el 30 de abril en Busan, Corea del Sur, se erigió como un punto de encuentro vital para más de 100 países. A pesar de la ausencia notable de delegados y compromisos del gobierno de Estados Unidos, esta conferencia logró movilizar alrededor de **$9.1 mil millones** a través de 277 nuevos compromisos. La naturaleza del evento enfatizó la urgencia y la necesidad de actuar frente a la crisis oceánica, que abarca áreas críticas como la contaminación marina, la sostenibilidad pesquera, y la seguridad marítima.
En este sentido, las contribuciones presentadas en la conferencia abarcaron seis objetivos principales: el nexo océano-clima, la contaminación marina, las áreas marinas protegidas (AMP), la economía azul sostenible, la pesca sostenible y la seguridad marítima. Estos esfuerzos demuestran un compromiso global por mitigar los problemas ambientales que afectan nuestros océanos.
El impacto de la ausencia estadounidense
La ausencia de delegados estadounidenses en este evento, que comenzó como una iniciativa del Departamento de Estado bajo la dirección del exsecretario de Estado John Kerry, generó cuestionamientos en torno al liderazgo de EE.UU. en cuestiones oceánicas. Esta falta de representación subraya un cambio más amplio en la política estadounidense, que se aleja de la cooperación multilateral y de los compromisos ambientales.
A pesar de este vacío, el evento no careció de impulso. Durante la conferencia, responsables políticos y activistas de diversas naciones continuaron promoviendo la transparencia y la sostenibilidad en la gestión de los océanos. Es crucial entender que la salud de los océanos va más allá de la política; se trata de la supervivencia de ecosistemas que sostienen la vida humana y la biodiversidad global.
Compromisos clave y sus implicaciones
Uno de los compromisos más destacados provino de Panamá, que anunció medidas para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU). La mejora en la transparencia de los datos sobre la propiedad de los buques es esencial para responsabilizar a aquellos que operan en la ilegalidad. Este esfuerzo es especialmente relevante dada la cantidad de naves registradas bajo la bandera panameña, que representa una gran proporción del tráfico marítimo global.
Asimismo, Corea del Sur hizo una fuerte declaración al comprometerse con 76 nuevas iniciativas, incluyendo la ratificación del tratado de alta mar, que busca regular la biodiversidad más allá de las fronteras nacionales. El compromiso de Corea refleja su dependencia histórica de la industria marina y sus esfuerzos por construir un futuro sostenible.
Las expectativas del futuro: avanzar hacia la sostenibilidad
A medida que el mundo se enfrenta a una crisis climática y ecológica, los líderes en la Conferencia Océano 2025 reafirmaron que el momento de actuar es ahora. La importancia de implementar los compromisos adquiridos se reafirmó, ya que se ha visto que solo un porcentaje de las promesas hechas en conferencias anteriores se ha concretado. De las 2,895 promesas realizadas desde su inicio, más de 1,130 han sido cumplidas, lo que representa el 43% del total, dejando un saldo preocupante de compromisos aún no iniciados.
Iniciativas como las AMP requieren atención urgente. Históricamente, han estado entre las áreas menos financiadas, lo que obstaculiza su eficacia en la protección de la biodiversidad marina.
Una oportunidad para la acción juvenil y local
La Conferencia Océano 2025 también fue un espacio donde la voz de los jóvenes se hizo escuchar. Activistas como Renz Nathaniel Luyao, representante de EarthEcho International, enfatizaron la necesidad de que los compromisos se traduzcan en actos concretos. Estos jóvenes defensores del medio ambiente no solo abogan por la acción en sus comunidades, sino que instan a los líderes mundiales a priorizar el seguimiento de las promesas realizadas.
El llamado a la acción es claro: no se trata simplemente de recolectar fondos, sino de asegurar que estos se utilicen de forma efectiva para generar un cambio significativo en la salud de nuestros océanos.
Una línea para pensar
El verdadero compromiso con nuestros océanos se mide en los pasos que damos, no solo en las palabras que pronunciamos.
Imágenes proporcionadas por Pexels