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¿Qué secretos químicos esconde la ilusión del camaleón?
Explora cómo los camaleones cambian de color, desde sus complejos procesos químicos hasta su comunicación y regulación de temperatura.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es posible que un camaleón cambie su color casi al instante? Este fenómeno es uno de los espectáculos más fascinantes de la naturaleza, y, detrás de él, se entrelazan una serie de complejos procesos químicos aún más fascinantes.
La magia está en la piel
El secreto del camaleón reside fundamentalmente en su piel. A simple vista, podríamos pensar que se trata de un simple cambio de pigmentación, pero la realidad es mucho más compleja. La piel del camaleón contiene células especiales llamadas cromatóforos, que almacenan pigmentos en diferentes capas.
Pigmentos y la luz
En este sentido, los cromatóforos no actúan solos. Existen tres tipos principales: los xantóforos, que contienen pigmentos amarillos; los eritroforos, asociados a los rojos y naranjas; y los melanóforos, que producen melanina de color negro o marrón. La interacción entre estos pigmentos y la luz determina el color que vemos.
Cristales guanínicos: los verdaderos maestros del camuflaje
Más allá de los cromatóforos, el camaleón también posee una capa de células llamada iridóforos, que contienen cristales de guanina. Estos cristales reflejan la luz como si fueran diminutos espejos, permitiendo así el cambio de color. De manera inesperada, estos cristales pueden ajustarse para reflectar diferentes longitudes de onda de luz, proporcionando una respuesta flexible ante distintos estímulos del entorno.
El papel de la química en el cambio de color
Curiosamente, este proceso no es solo físico. Las señales químicas juegan un papel crucial. Particulares hormonas y neurotransmisores, tales como la adrenalina, desencadenan reacciones que redistribuyen los pigmentos en los cromatóforos. Así pues, el camaleón puede cambiar de color en respuesta a variaciones en el estado emocional, la temperatura o la cantidad de luz del ambiente.
Más que solo camuflaje
Aunque el camuflaje es quizás la función más célebre de este fenómeno, el cambio de color también cumple otros propósitos. Los camaleones varían su coloración para comunicarse con otros individuos, señalizando, por ejemplo, su disposición para aparearse o advirtiendo sobre su agresividad. De manera intrigante, estos cambios también ayudan a regular su temperatura corporal, absorbiendo más o menos luz solar según sea necesario.
Una línea para pensar
Lo que vemos es solo la superficie de un entramado químico y biológico impresionante.
Fuentes consultadas:
Scientific American, Nature, Universidad de Cambridge, Science Mag.
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